El día que decidimos usar la nostalgia como droga.
Vincent Giarrano |
No tuvimos otra alternativa más que permanecer en ese recuerdo de por vida
porque nos brindaba calor, nos alejaba del presente, nos quedaba mejor.
Se volvió un deseo recurrente regresar el videotape mental a la misma escena de siempre
cuadro por cuadro, un recuerdo de memoria.
*
Sin darnos cuenta el tiempo se colgaba de nuestros parpados
recreaba las horas gastadas en nuestro cuerpo
el recuerdo nos jugaba sucio, mientras por dentro nos alimentaba
por fuera nos carcomía la piel.
Devoramos cada instante, y es que en cuestión placeres, recordarnos fue una droga
que al igual que la morfina, calmaba
al igual que el cannabis, alentaba
No tuvimos otra alternativa que la permanencia voluntaria
tomados del recuerdo, la distancia se hacía corta
kilómetros de desprecio parecían centímetros de perdón
recuerdos inexistentes, formaron parte del canon.
*
El día que decidimos usar la nostalgia como droga.
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