Llevo puesto el camino.
Y llega con todo la nube de arena, pude surcar sus olas sin perderme en ella, pude tocar sus piernas sin temer a su belleza, salí intacto de una noche más.
Los nervios me tocan la punta del alma, su pelo cae como lluvia sobre mi cara, sus manos tocan una vez mi piel, el camino me indica que esta vez, solo sera noche de un motel.
Nadie pensaba que tardaría poco en pasar, que tus lamentos a mi espalda volverían a llegar, como látigo que castiga la soledad, flagelame bien una noche más.
Así, con todo y su lenta pronunciación, con sus manos frías que tiran del cordón, el violín que ya no suena por defecto del tiempo, mis ojos que ya no te ven en el reflejo de lo lejos, el camino esta puesto y lamentablemente, ya no estas dentro.
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